¡Se nos acabaron las piedras, ahora a exportar “cerebros”!
En la actual realidad del país, afectado fuertemente por el fin del súper ciclo de los “commodities”, es necesario que las empresas chilenas busquen generar productos y servicios innovadores que permitan posicionar al país de una manera radicalmente distinta y generar oportunidades nuevas de inversión, considerando que bruscamente se van cerrando las puertas tradicionales.
Partamos por un ejemplo evidente para graficar la realidad nacional; Chile produce el 32% de todo el cobre mundial (que es el 11% del PIB nacional y 55% de todas las exportaciones), principalmente se exporta sólo materia prima, donde la economía del conocimiento prácticamente no está presente; sólo a través de la innovación lograremos que el país dé el salto de exportador neto de minerales a exportador también de bienes y servicios.
Lo anterior considerando que la agricultura representa el 3% del PIB mundial, que el 27% es la industria & ¡el 70% son los servicios!… el mundo cambio, sólo APPLE vale un 20% más que todo el producto bruto de Argentina.
Creatividad e innovación, ¿cómo está el país?:
Si consideramos que la “creatividad humana es el recurso económico definitivo”, es fundamental mejorar aún más el posicionamiento del país en términos de innovación.
Richard Florida, un afamado investigador norteamericano en esta área, ha definido lo que se llaman las 3 T: Talento, Tecnología y Tolerancia, con esas tres variables se construyó el Índice Global de Creatividad donde Chile se encuentra en el lugar 34, el mejor posicionado en Latinoamérica.
También se puede mencionar el ranking mundial de la innovación 2015 (patrocinado por la Organización Mundial de la propiedad intelectual), donde Chile aparece en el puesto 42 liderando la región.
Sin embargo, de qué nos sirve estar en posiciones destacadas de los ranking de innovación & creatividad en Latinoamérica, si sólo Corea del Sur que tiene alrededor del 8% de los habitantes de Latinoamérica produce casi 11 veces más solicitudes de patentes que todo nuestro subcontinente.
La gran paradoja Chilena es: Chile tiene los mejores índices de innovación de Latinoamérica como hemos mostrado, sin embargo, su porcentaje de inversión en investigación & desarrollo es sólo del 0,36% del PIB, muy por debajo del promedio del OCDE (alrededor del 2.4%) & más bajo que el promedio regional (alrededor del 0,6%). Es más, nuestra comunidad científica cuenta con 0,8 investigadores por cada millón de habitantes, cuando el promedio del OCDE es de 7.7… si, con los escasos recursos que se reciben y con los pocos investigadores que tenemos, estamos primeros en los ranking de Latinoamérica, ¿qué haríamos con una política país que sustentara de manera sería y efectiva la innovación & la investigación, tanto en lo académico como en lo privado?
Y tú empresa, ¿ya está lista para comenzar la carrera de la innovación? Donde instalar una cultura de innovación es el desafío central para lograr innovar en las organizaciones.
El riesgo de no hacer nada es mayor al riesgo de hacerlo, la innovación no es un riesgo y un gasto, es una necesidad de sobrevivencia y una inversión.